Guayaquil. La industria atunera ecuatoriana, orgullo nacional y referente en el Pacífico oriental, se encuentra a la vanguardia en sostenibilidad gracias a la iniciativa de la Fundación Tunacons, pionera en el desarrollo y uso de plantados ecológicos ECOfads. Bajo la dirección de Guillermo Morán, la organización ha desplegado ya más de 5.000 dispositivos biodegradables que están revolucionando la forma en que se captura el atún, minimizando el impacto ambiental y fomentando una pesca responsable.
¿Qué son los plantados y por qué son esenciales?
Morán explica que los plantados son estructuras flotantes que atraen al atún, ya que esta especie tiende a agruparse alrededor de objetos en el océano, como troncos o incluso animales marinos. “Hace más de 20 años, los capitanes descubrieron que alrededor de objetos flotantes se congregaban grandes cardúmenes. Desde entonces, se empezó a replicar ese efecto con estructuras artificiales”, detalla.
Antes, estos dispositivos estaban hechos de materiales no degradables, lo que generaba contaminación y riesgos para especies como tiburones y tortugas. La propuesta de Tunacons cambió radicalmente este panorama con el desarrollo de ECOfads, plantados 100% biodegradables, fabricados en Ecuador con abacá, caña guadúa, palo de balsa y caucho orgánico.
Innovación sostenible a gran escala
La iniciativa no solo apunta a la productividad, sino a la sostenibilidad. “No queremos que los plantados sean una trampa para tiburones o tortugas, sino que sirvan exclusivamente para congregar atunes, evitando la contaminación marina”, asegura Morán.
El despliegue de los 5.000 ECOfads cubre desde el entorno de Galápagos hasta el Pacífico central, operados por 58 barcos atuneros de Ecuador, Panamá y Estados Unidos. Los plantados, que miden entre 2 y 3 metros, cuentan con sistemas de monitoreo por sonar que permiten a los capitanes identificar cuándo un cardumen se concentra, optimizando la operación y reduciendo el consumo de combustible, especialmente ahora que los subsidios han sido retirados.
Certificación internacional y competitividad
El uso de estos dispositivos forma parte de un conjunto de buenas prácticas que han permitido a Tunacons obtener la certificación del Marine Stewardship Council (MSC), un reconocimiento internacional que garantiza la pesca responsable y mejora la competitividad en mercados exigentes como la Unión Europea.
“Este sello es el premio al esfuerzo. Nos permite diferenciarnos y demostrar que el atún ecuatoriano no solo es delicioso y cumple estándares sanitarios, sino que también es ambientalmente responsable”, subraya el director.
Más allá de los plantados: un compromiso integral
Tunacons complementa su trabajo con otras iniciativas:
- Liberación de tiburones, tortugas y mantarrayas atrapados incidentalmente, capacitando a los tripulantes para devolverlos al mar con vida.
- Reciclaje de redes atuneras, enviando anualmente 600 toneladas a Chile para su procesamiento.
- Limpieza de manglares, en colaboración con pescadores artesanales, logrando retirar hasta 30 toneladas de plásticos en zonas cercanas a Guayaquil.
Para Morán, estos programas son parte de una misma visión: “La pesca debe ser abundante, pero sobre todo sostenible”.
El camino hacia una conciencia oceánica
El líder de Tunacons insiste en la necesidad de generar conciencia no solo en la industria, sino también en la ciudadanía: “La contaminación marina viene de las ciudades. Debemos cuidar nuestros océanos porque alimentamos al mundo con un producto sano y de calidad. La sostenibilidad no es solo una estrategia empresarial, es un compromiso colectivo”.
Conclusión
El modelo de los ECOfads no solo posiciona a Ecuador como líder regional en pesca sostenible, sino que marca un precedente global. En palabras de Guillermo Morán: “Es un trabajo inédito a nivel mundial. Así como somos líderes en exportación de atún, debemos serlo en sostenibilidad”.
